1.11.04

Con el perro a la nieve

En estas fechas cualquiera puede verse tentado para pasar unas horas en familia jugando con la nieve. No sólo los niños disfrutan corriendo y resbalando, también los perros se divierten lo indecible triscando por la nieve y el hielo, así que no hay motivo para no llevarse a la mascota.

Pese a que todos los canes, por regla general, soportan mejor el frío que el calor excesivo y una pequeña excursión por la nieve no debería suponer ningún problema, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones antes de meter a Toby en el coche rumbo a Navacerrada.
- Antes de salir de casa frótele las almohadillas plantares, sin duda la parte de su anatomía que más puede sufrir, con aceite corporal.
- De regreso al hogar, limpie bien las patas con agua tibia y séquelas a conciencia. Al menor síntoma de cojera, acuda al veterinario.
- Por último, si es un enamorado de los deportes de invierno y desea que su perro le acompañe, plantéese seriamente adoptar una raza nórdica (malamute, husky, samoyedo...) o, al menos, un perro de tamaño mediano y con la capa de pelo corto y denso típica del pastor alemán.

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