19.9.05

Cuantos más estímulos mejor

Tanto el gato como el perro, cuando son cachorros, pasan por una etapa de socialización en la que es importante exponerles a cuántos más estímulos mejor. Un periodo más duradero en el perro que en los felinos. Durante este tiempo procure que conozca otros animales, que juegue con ellos, que esté con niños, vea coches y motos... En definitiva, que conozca todo aquello que vaya a encontrarse de adulto. Y no está de más que continúe con esta costumbre de por vida. Por último, como hemos recordado en otras ocasiones, nunca separe a un cachorro de su madre demasiado pronto. De ella aprenderá muchas normas de convivencia básicas. Es mejor excederse que quedarse corto. Un cachorro que pase al menos 3 o 4 meses con su madre y sus hermanos de camada será más sociable y equilibrado, respetará mejor las jerarquías y sabrá comunicarse mejor con sus congéneres.

1.9.05

Para evitar que tire de la correa

Si tiene un perro de tamaño mediano o grande que tira como un desesperado de la correa, planteese como objetivo lograr que camine a su lado. Es muy peligroso que tiren con fuerza. La manera de lograrlo es pararse en seco cuando comience a tirar y negarse a avanzar hasta que se relaje. Conviene premiarle, aunque sólo sea con caricias y halagos, mientras ande tranquilo al lado. Es cuestión de paciencia y perseverancia. No obstante, en caso de que no haya forma, no acuda nunca a los viejos collares de castigo. Existe un ingenio llamado halty, heredero de los cabezales que emplean los caballos, que no le causará el menos daño y que le impedirá tirar como un desesperado, ya que la resistencia se ejerce con la cabeza y no con el cuello, que el animal tiene mucho más fuerte.