Pese a que los dueños de gatos tienen la misma obligación que los propietarios de perros de vacunarles y de (en las Comunidades Autónomas en las que es obligatorio) implantarles el chip que servirá como identificación en caso de robo o pérdida, lo cierto es que hay un gran número de estos animales que no pisan el veterinario más que cuando tienen un problema de salud serio. Existe una teoría muy extendida y completamente equivocada que sostiene que a los gatos que viven en una casa y no tienen contacto con el exterior no resulta necesario vacunarles, ya que al no estar en contacto con otros gatos es imposible que se contagien.
Es cierto que es más difícil que contraigan enfermedades, pero no están exentos desde el mismo instante en que sus dueños sí que salen y entran y pueden traer tierra contaminada en los zapatos. Y si el animal tiene la mala fortuna de perderse y acabar deambulando por la calle, no contará con las defensas adecuadas. Conviene además tener en cuenta que en muchas colonias de gatos callejeros abundan todo tipo de enfermedades, sobre todo las mortales leucemia e inmunodeficiencia felina, por lo que si encuentra un gatito abandonado en la calle no le permita relacionarse con su gato casero y sano hasta haber descartado mediante pruebas veterinarias que esta libre de estos males.
Calendario de vacunación felina: Durante el primer año de vida del gatito tocan cuatro vacunas: la trivalente felina (rinotraqueitis, calicivirus y panleucopenia), la leucemia felina, su recordatorio (pentavalente) y la Peritonitis Infecciosa Felina (PIF). Todo gato adulto debe revacunarse cada año del PIF, la trivalente y la leucemia. También se recomienda vacunar de la rabia, aunque en gatos no sea obligatorio, como en el caso de los perros.
El hombre bueno
Hace 1 año