Para perros rebosantes de actividad y amos deseosos de llevar a cabo alguna actividad con ellos, no hay nada mejor que el agility, una práctica deportiva cada vez más popular en nuestro país. El resultado de practicarla, diversión aparte, es siempre un perro sano, en forma, obediente, bien socializado y con un estrecho vínculo con su propietario.
¿En qué consiste? Esta competición, dividida en categorías según el tamaño del can, consiste en que el perro recorra guíado por su dueño un circuito superando distintos obstáculos cuyo objetivo es poner a prueba su inteligencia, obediencia, concentración, sociabilidad y, por supuesto, su agilidad. Debe hacerlo en el orden indicado, cometiendo el menor número de fallos y dentro del límite de tiempo establecido por el juez. Aunque hay ciertas razas que están especialmente dotadas para este deporte, como los border collies, cualquier perro puede practicarlo.
Ventajas. Contribuye a que propietario y perro disfruten juntos, se conozcan mejor y hagan ejercicio físico. Además, cualquier perro entrenado para competir en agility disfruta de una buena preparación en obediencia canina, por lo que es un método alternativo y divertido de lograr un perro con el que se pueda ir a cualquier parte y que siempre se comporta como es debido.
Información. Si alguien desea probar, puede dirigirse a la Federación Española de Agility y Educación Canina y a la Real Sociedad Canina de España, 914 264 960.
En muchas comunidades autónomas (muy probablemente pronto en todas) es obligatorio que nuestros perros y gatos estén identificados permanentemente con un chip. Se trata de un pequeño transpondedor inocuo que se instala bajo la piel, y que con un lector adecuado (veterinarios, perreras y protectoras de animales disponen de estos aparatos lectores) arroja un número. Ese número se traduce en el Colegio de Veterinarios en el nombre y los datos de contacto de su propietario.
Desgraciadamente, nuestras mascotas viven pocos años comparadas con nosotros, y nadie debería tener un perro o un gato si no está dispuesto a afrontar los problemas y gastos que puede suponer la vejez del animal.
La mejor forma de alimentar a su perro o a su gato son los piensos secos. Impiden la formación de sarro, ayudan a combatir el mal aliento, previenen la obesidad y resultan más económicos que la comida casera o las latas de comida húmeda. Opte siempre por marcas de reconocido prestigio, aunque sean más caras tienen mayor aporte energético, por lo que necesitarán menos cantidad. Seleccione la más adecuada para su mascota: las hay para cachorros, para seniors, para perros o gatos con gran actividad, con tendencia a engordar e incluso para razas específicas. Si está acostumbrado a las sobras y se niega a comer pienso, mézclelo con comida húmeda, pero no claudique en su empeño aunque esté algunos días sin comer. No deje que se salga con la suya.
Las protectoras de animales no son lugares apropiados para los cachorros. Muchos llegan muy débiles, incluso sin destetar, y puede ser peligroso exponerlos a la vida en el albergue. Además, si van a ser adoptados por una familia, es mejor que hayan aprendido a convivir con seres humanos en un piso y adaptarse a sus normas. Al igual que organizaciones como la Once necesitan canguros para sus cachorros, también las protectoras precisan de gente a la que no le importe tener unos cachorritos en su casa mientras les buscan un hogar o alcanzan la edad adecuada para entrar en el albergue. Todo el que quiera ayudar, puede dirigirse a la Asociación Nacional de Amigos de los Animales en el correo electrónico canguros@anaaweb.org y en el teléfono 915 447 376.
Si tiene animales en casa, sobre todo si son cachorros o muy juguetones, debe tener cuidado con los adornos navideños que coloca en casa si quiere evitar disgustos. Algunas plantas, como la popular flor de pascua o poinsettia es muy venenosa para los gatos, los árboles de Navidad, con todas esas bolas y adornos que brillan y cuelgan, suponen una auténtica tentación para lanzarse al juego que puede acabar mal. Los cables de luces no deben colocarse al alcance de sus mascotas, si son de las que tienden a mordisquear todo lo que encuentran por el suelo.
Se acerca la Navidad, una época de compras compulsivas que, en el caso de los animales de compañía, suelen acabar mal. Hay una serie de directrices a tener muy en cuenta: