10.3.05

El gato como los chorros del oro

Son animales muy limpios, pero eso no quiere decir que haya que descuidar su higiene. Los gatos de pelo largo requieren muchos más cuidados que los de pelo corto. Conviene tomarse muy en serio los cepillados a menos que queramos tener una bola de pelo andante y nos veamos obligados a llevarlo al veterinario para que le someta a un corte de pelo drástico. Con los gatos de pelo corto la cosa es muy distinta. Ellos se suelen bastar para tener el pelaje perfecto, aunque nunca está de más eliminar el pelo muerto mediante cepillados, que además servirán para mejorar la relación con el animal y evitar que ingiera demasiado pelo. Lo que sí hay que vigilar con frecuencia y limpiar si es necesario son las orejas y ojos. También en este caso las razas más chatas, como persas y exóticos, tienden a lagrimear y mancharse con más frecuencia. Tampoco es mala idea acostumbrar al minino desde pequeño a dejarse examinar y cortar las uñas. Por último, los baños son necesario sólo en caso de extrema necesidad. Nunca se debe abusar de ellos. Y nunca debe emplearse jabón o champú para humanos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A Leia particularmente le gusta que la cepillen y la peinen, pero sólo cuando está un poco dormidita y amodorradita. Si está juguetona y espabilada, se pone a jugar con el peine y a querer morderlo. En cuanto a lo de los ojitos, está comprobado. A Leita le quitamos una legañita casi a diario, pero será porque es muy dormilona. Y también hemos comprobado el tema del lavado. Hace unas semanas accidentalmente se le derramó en la cola un poco de aceite (frío, menos mal) y estuvimos pensando si lavarla o no. El caso es que en los dos días en los que nos pensamos el tema, para cuando nos quisimos dar cuenta, ella, a base de lengüetazo y lengüetazo, se había dejado el pelo impecable, nuevamente. Ya lo de cortarle las uñas me da un poquito más de miedo.
¿Pero no está preciosa en la foto?

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que cortarle las uñas a un gato era un tanto innecesario. Si tiene un rascador y se le acostumbra a usarlo, no tiene porqué causar destrozos en casa y no es un tema que le haga bien al animal (ni mal cuando no se convierte en traumático), simplemente innecesario. No soy muy experta, pero me inclino por, al menos de momento, omitir este punto. Y sí, Pablo, es preciosa!!

Melisa dijo...

No me refiero a extirparselas, que efectivamente es una salvajada, sino a cortarselas simplemente. Vamos, a hacerle la manicura :)