
Siete vidas. El alto índice de supervivencia a estas caídas libres se debe a que adoptan instintivamente la mejor postura para amortiguar el golpe; de ahí su fama de tener siete vidas. Pese al refrán, no son pocos los que llegan a la consulta con la mandíbula rota o un cuadro de lesiones internas, que los veterinarios han bautizado como síndrome del gato paracaidista. La única receta es evitar su acceso a alféizares y barandillas.
1 comentario:
Osita, la gatita de la foto, lo ha pasado mal; la han abandonado y la han atropellado y sufre una cojera que sobrelleva con un par de naricillas. Es persa y nos ha dicho el veterinario que tiene unos dos años. Negativo en leucemia e inmuno, es decir, sana como una manzana. Necesita mucho cariño, el mismo que ella ofrece. Sólo será adoptada por alguien que le haga muchos mimos y que la cuide durante toda su vida. Quien quiera optar a poner este encanto en su vida, que escriba a lluvia_mardita@hotmail.com
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