Algunos perros, cuyo comportamiento es impecable en compañía de sus amos, al quedarse solos se convierten en diablos que ladran, destrozan y/o hacen sus necesidades. En muchos casos se debe al aburrimiento o exceso de energía, algo que se arregla con ejercicio y juguetes, pero también puede ser un problema de comportamiento muy común conocido como ansiedad por separación.
Todo lo que debe saber sobre este transtorno:
— Siempre conviene acudir a un etólogo (que no a un adiestrador), un especialista en comportamiento animal, tanto para que lo diagnostique como para que lo trate.
— Se debe al carácter eminentemente social de todo perro y suele darse en animales dependientes o mal socializados.
— Regañarle al volver a casa y ver los destrozos no sirve de nada.
— Despedirse con mimos y golosinas es contraproducente.
— El perro debe comprender que quedarse solo es algo natural y que sus dueños siempre regresan, comenzando por irse pocos minutos, felicitándolo al volver si se ha comportado bien, e ir alargando las ausencias poco a poco.
Puede perfectamente viajar con su gato en vacaciones, siempre y cuando en el lugar de destino admitan su presencia. Pero también es cierto que los felinos son muy distintos a los perros y muchas veces lo más aconsejable es dejarlos tranquilos en casita. Un perro, por muy territorial que sea, es mucho más dependiente de sus seres queridos que de su territorio, por lo que será feliz acompañando a su familia donde sea. En cambio un gato, que no es un animal de manada, es más de su territorio que de otra cosa. Es muy común que un gato se adapte mejor a un cambio de dueños que a un cambio de casa.
Por su carácter eminentemente jerárquico, es relativamente habitual que los perros se enzarcen en peleas para determinar quién es el que debe llevar la voz cantante. Muchos dueños, sobre todo de machos dominantes, han pasado por el mal trago de que su adorable mascota se convierta en una fiera corrupia a la vista de alguno de sus congéneres sin saber qué hacer.
Los loros son sencillamente fascinantes. Su inteligencia, su colorido y su capacidad de imitar la voz humana los han convertido en una de las mascotas más apreciadas. Hay loros para todos los gustos, algunos asequibles para todos los bolsillos y otros realmente exclusivos por su elevado precio. Probablemente el más popular sea el yaco o loro gris africano, que, sin ser el más vistoso, se ha ganado un lugar de honor gracias a su locuacidad. En cualquier caso, hay que meditar mucho sí se está dispuesto a cuidar como es debido a estos animales: los loros viven muchos años, requieren cuidados especiales y numerosas visitas al veterinario.
Nadie está libre de que su animal de compañía sufra un accidente en casa o en la calle; incluso si uno no posee una mascota, es muy posible que alguna vez se tope con un animal herido o puede que lo atropelle involuntariamente. Como ninguna persona de bien dejaría al animal a su suerte en esas circunstancias, no está de más saber cómo hay que actuar ante este tipo de situaciones.
En numerosas ocasiones los propietarios de gatos también son amantes de las plantas, aunque desafortunadamente no son siempre compatibles.
Hay muchos tipos de iguanas, pero las más comunes en los terrarios son las iguanas verdes. Estos llamativos lagartos de origen americano, fáciles de mantener en cautividad, con una esperanza de vida de entre 12 y 15 años y que no están en peligro de extinción, son una estupenda elección para aquellos que deseen una mascota exótica a un precio asequible.
Si el refranero popular ha recogido el celo de las gatas, es por algo. Se trata de un ciclo hormonal muy particular, altamente irregular y dependiente de condicionantes externos (presencia de otros gatos, estación del año...). Puede incluso tener varios celos seguidos, si no consigue su propósito: se fecundada por un macho.
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En los trenes de cercanías se puede viajar gratis con el perro siempre y cuando lleve bozal o vaya dentro de un transportín. En el resto de trenes (regionales, AVE, coches camas), las normas y los precios cambian y conviene informarse en cada caso.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) permite que los animales que, junto con su jaula, pesen menos de seis kilos puedan ir como equipaje de mano. Para los perros más grandes el viaje puede ser algo más traumático: tendrán que viajar en la bodega y deberán ser facturados tres horas antes de la salida. Dado que no podrá beber ni moverse demasiado durante todo el viaje, la mejor manera de despedirse es darle un buen paseo y agua en abundancia. No está de más tampoco un tranquilizante suave.
Es el medio más común para viajar con nuestras mascotas. La única obligación es no llevarlos sueltos dentro del coche, algo que puede ser peligroso tanto para nosotros como para ellos, en caso de accidente. Si el animal va a ir sentado en los asientos traseros la mejor solución es adquirir un cinturón de seguridad canino (un arnés y una correa que se adapta a la sujeción de seguridad del coche). Es cómodo, ya que le permite cierta libertad de movimientos, barato y muy seguro en caso de accidente. Si van en la parte trasera, deben ir tras una rejilla solidamente instalada. Hay mallas que únicamente sirven para quitar multas, pero conviene adquirir una que resista el impacto del animal en caso de accidente. La mejor solución es Los perros pequeños también pueden viajar perfectamente dentro de su transportín.
Todos sabemos que los perros guía tienen derecho a viajar con su amo de manera gratuita en cualquier medio de transporte. ¿Pero qué pasa con nuestras propias mascotas? Ahora que llega el momento de planificar las vacaciones no está de más saber cómo viajar con ellos.
Aunque suene raro, también un gato puede salir a pasear con correa y arnés si se le acostumbra desde pequeño y se trata de un animal bien socializado. Pese a que en algunos países comienza a ser una práctica relativamente habitual, en España, salvo en concursos felinos, aún es muy raro verlo. Al contrario que con el perro, salir de paseo con el gato no responde a una necesidad, pero llevar a nuestro pequeño felino a un parque tranquilo y permitir que trepe algún arbolillo y juguetee en la hierba fresca puede ser una experiencia muy placentera.
No hay nada más falso que ese viejo mito de que los perros y los gatos son enemigos irreconciliables. Nada impide que acojamos a un minino si tenemos un can en casa, o viceversa, siempre y cuando se presenten como es debido cuanto antes, en terreno neutral, de manera progresiva y no tolerando ninguna actitud agresiva, se les supervise durante los primeros días y no se resten privilegios a la primera mascota.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay periquitos más fáciles de amaestrar que otros simplemente a causa de su carácter. Algo imposible de apreciar a simple vista, por lo que no queda otro remedio más que cruzar los dedos, adquirir un pájaro lo más joven posible para acostumbrarle a nosotros y que nos pierda el miedo, y rezar para que nuestra mascota sea dócil y amigable.
Tanto perros como gatos son muy sensibles a los golpes de calor, sobre todo aquellas razas con el morro más achatado (boxers, bulldogs, persas...). Aunque normalmente lo sufren más los perros, ya que los mininos apenas salen de casa. Su sistema para regular su temperatura corporal, al no poder sudar, es mucho menos perfecto que el nuestro. Por lo tanto, hay que extremar las precauciones durante las épocas más calurosas del año. No se tome a la ligera los golpes de calor, pueden llegar a ser mortales.
La desparasitación interna de nuestras mascotas no es algo que deba tomarse a la ligera, sobre todo si conviven íntimamente con nosotros en nuestros hogares. Al igual que se debe poner coto a los parásitos externos, como pulgas o garrapatas, mediante collares, sprays o pipetas, también hay que intentar evitar que nuestro animal de compañía adquiera gusanos intestinales. Eso sí, la desparasitación externa cobra importancia en los meses de calor, mientras que la desparasitación interna está presente durante todo el año.
Con la llegada del buen tiempo, con el que apetecen más los paseos, es posible disfrutar mucho más de nuestras mascotas. Pero también con el calor llega el peligro de los parásitos externos. Pulgas, mosquitos y garrapatas son los chupadores de sangre más comunes en perros y gatos.
Que nadie crea que por comprar una raza en concreto tiene asegurado un determinado carácter. Aunque es cierto que suelen salir del mismo palo, igual que del mismo aspecto, luego hay individuos para todos los gustos. Eso sin contar con que la educación influye mucho. Aunque todo el mundo tiene derecho a tener caprichos, el consejo que le doy a todo el mundo es que pase por una buena protectora, cuente para qué quiere el perro y como es su estilo de vida y se deje aconsejar. No le van a engañar, ellos son los primeros interesados en que nazca una feliz relación interespecies. En las protectoras hay mestizos de todos los tipos, colores, caracteres y tamaños. Seguro que su perro ideal la está esperando allí. Se lo darán vacunado, probablemente esterilizado si es adulto y con análisis hechos.
La displasia de cadera es una enfermedad ósea que consiste en un desarrollo anormal que hace que la cabeza del fémur no se adapte bien al acetábulo de la cadera, frotando los dos lados de la articulación y produciendo artritis. Tiene un altísimo componente hereditario, pero factores como el ejercicio escaso o excesivo, un crecimiento rápido e incontrolado del cachorro, la falta de exposición al sol o la obesidad también pueden dar el pistoletazo de salida a la enfermedad, o agravarla. Hay razas, como los pastores alemanes o los golden retrievers, a las que una cría descontrolada y poco responsable ha hecho proclives a padecer este mal.
No conviene adquirir los hamsters por parejas, ya que son perfectamente felices viviendo solos (en libertad únicamente se juntan para aparearse y suelen ser bastante belicosos el resto del tiempo). Y si alguien desea vivir la experiencia de criar estas populares mascotas, debe tener muy en cuenta que son capaces de parir entre 6 y 15 crías unas ocho veces al año. Las crías pesarán unos dos gramos al nacer y carecerán de pelo. A las dos semanas ya son pequeños hamsters de 20 gramos completamente autosuficientes y a las tres semanas toca separarlos de la madre y por sexos para evitar nuevas camadas. Los padres deben permanecer siempre separados, salvo en el momento del apareamiento.
Los gatos de pelo largo son los más llamativos y deseados por aquellos que desean acoger un cachorrito felino en sus casas. Pero antes de adquirir uno de estos animales conviene tener muy en cuenta que su exuberante mata de pelo requiere unos cuidados casi diarios. Un mínimo de tres veces por semana es necesario efectuar un cepillado a conciencia, que consiste en desenredar nudos del cuerpo con un peine de púas, con otro más pequeño desenmarañar las zonas más delicadas como la cara o las patas y, una vez bien desenredado, cepillar bien con una carda eliminando el pelo muerto. Existen champús y spray especiales para gatos que facilitan la tarea, jamás deben emplearse productos para humanos.
¿El niño de la casa pide insistentemente un perrito? Un buen animalito de compañía para que vaya comprendiendo la responsabilidad que supone cuidar a un animalito antes de adoptar un perro, sin duda la mascota que más satisfacciones da pero también la que más quebraderos de cabeza y costes supone, es la cobaya. También es un mamífero peludito, puede vivir unos seis años si está bien cuidado, es activo durante el día, jamás muerde, reconoce a su amo y es capaz de mostrarle cariño, y a la vez requiere más dedicación que un hamster.
Se acerca la Navidad, una época en la que muchos cachorros desembarcan en nuestros hogares como regalo para el niño o la abuelita. Algo que a priori no está mal, siempre que no responda a un capricho repentino, sino a una decisión bien pensada (no hay que olvidar que nos estamos responsabilizando de un ser vivo durante muchos años). ¿Cómo acoger al tierno bebé que acabamos de adoptar? Lo más importante es que cuando llegue a casa ya tengamos preparado todo lo que vaya a necesitar: una camita confortable, un comedero y bebedero, pienso especial para cachorros, un cepillo, algún que otro juguete, collar y correa en el caso de los perros y bandeja de arena para los gatos.
Para muchos amos pasear con sus perros resulta un auténtico suplicio. No es raro ver a grandes canes arrastrando a sus sufridos propietarios, potenciales protagonistas de una luxación de hombro, y a pequeños perritos tirando como desesperados con la lengua fuera y jadeando angustiosamente. Es uno de los problemas más frecuentes a los que se enfrentan los dueños de cualquier tipo de perro, pese a que las razas que han sido utilizadas tradicionalmente para tiro son más proclives a comportarse así.
Probablemente la pequeña mascota más frecuente en el mercado de animales de compañía, con permiso de los hamsters, son las tortugas de Florida. Propia de zonas pantanosas, estos reptiles acuáticos pueden llegar a pesar un kilo, medir unos 40 centímetros y vivir hasta 25 años. Su mantenimiento es muy sencillo, son muy resistentes y dan muy poca guerra si se las aloja y alimenta como es debido.
En muchas ocasiones un perro entra en una familia por petición de un niño, que desea un compañero de juegos. Desafortunadamente muchos animales acaban siendo abandonados precisamente por ser la respuesta poco meditada a un capricho infantil. Los padres deben tener muy presente que un niño, por mucho que lo prometa, es incapaz hacerse cargo del perro. El perro será responsabilidad suya, sobre ellos recaerán los gastos que origine, su educación y los paseos. Una vez aclarado, veamos cual es el perro ideal para un niño.