
Desafortunadamente muy pocas de estas pequeñas mascotas son tratadas como merecen. La mayoría tienen que apañárselas en diminutos y ridículos tortugueros de plástico con palmerita, cuando, teniendo en cuenta el tamaño que pueden alcanzar, lo ideal es colocarlas en un acuario de grandes dimensiones equipado con rampas y un potente sistema de filtrado. Y no basta con suminístrales las gambitas secas que se comercializan. Estas tortugas son omnívoras y requieren una dieta algo más variada. Lo ideal es combinar productos animales (hígado, carne roja picada, trocitos de pescado...) y vegetales (espinaca, acelga, lechuga, melón...)
Por último recordar que jamás debe dejarse en libertad a estos reptiles cuando nos hayamos cansado de ellos o hayan crecido en exceso. Por su gran adaptabilidad y su voracidad, unido a la carencia de caimanes que se las merienden, son una auténtica plaga en muchos lugares, azote de dimensiones bíblicas de la fauna autóctona.
1 comentario:
quería saber si existe alguna asociación que agrupe a criadores de tortugas de florida y si hay algún tipo de concursos referido a estos animales. xviluba@hotmail.com
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