29.7.04

El gato de Rodríguez

Puede perfectamente viajar con su gato en vacaciones, siempre y cuando en el lugar de destino admitan su presencia. Pero también es cierto que los felinos son muy distintos a los perros y muchas veces lo más aconsejable es dejarlos tranquilos en casita. Un perro, por muy territorial que sea, es mucho más dependiente de sus seres queridos que de su territorio, por lo que será feliz acompañando a su familia donde sea. En cambio un gato, que no es un animal de manada, es más de su territorio que de otra cosa. Es muy común que un gato se adapte mejor a un cambio de dueños que a un cambio de casa.

A menos que se le haya acostumbrado desde pequeño o a que tenga un carácter especialmente flexible a los cambios, la mejor opción en vacaciones es dejarle en casa y lograr que algún familiar o vecino pase a menudo a comprobar que tiene comida y agua fresca y a limpiar su bandeja de arena. Si la ausencia no va a ser demasiado prolongada, ni siquiera es necesario que moleste a nadie: bastará con que deje a su alcance suficiente alimento y agua (adquirir un bebedero automático no es mala idea), así como varias bandejas de arena. En cualquier caso, no olvide dejar todas las ventanas bien cerradas o selladas con telas metálicas si resulta necesario que circule el aire.

Por último, un buen consejo. En caso de que suela ausentarse muy a menudo, no lo dude, tenga dos gatos. Dan el mismo poco trabajo que uno (incluso menos, ya que jugarán entre ellos e incordiarán menos a su propietario, sobre todo cuando son cachorros incansables) y se acompañarán mutuamente. Preferiblemente, adopte a ambos al mismo tiempo para evitar pasar por periodos de adaptación, que en ocasiones pueden ser algo traumáticos.

1 comentario:

Melisa dijo...

Makesta es una gata preciosa y muy cariñosa, todo un bellezón cruce de snowshoe que aún no llega al año de edad. La encanta que la mimen y le den besitos, y sigue a la gente pidiéndolos. También es muy juguetona y le gusta jugar con otros gatitos, aunque al principio les bufa sin arañar ni nada, sólo para que vean que no la tienen que morder, pero al rato ya está dándoles besitos y jugando a carreras como una loca con ellos. Le encanta meterse en todos los cajones y subir encima de la tele, para que la miren a ella, que es más guapa, y dormir en las rodillas de mi amito cuando se sienta, o entre sus pies cuando se acuesta. Adóptala y ya verás lo especial que es. Está en Madrid.
Contacto: Teresa 618 289 972 y Elena 618 289 972.